A menudo nos encontramos con personas que hacen la clásica exclamación de “a mí la política no me interesa”. Merece la pena entender que esto de la política no es una cuestión alejada de nuestra vida cotidiana.
Podríamos creer que las políticas que nos afectan directamente son únicamente las que se ejecutan desde los ayuntamientos, ya que se asocian a las decisiones de más proximidad. En parte tienen razón, pero lo que se decide en el Congreso de los Diputados también nos afecta directamente.
Para empezar, todo lo que determinan los partidos que gobiernan después de unas elecciones generales tiene que ver en cómo hacer una redistribución de la riqueza de un país. Hay algunos partidos políticos que prefieren que las personas que ganan más dinero tengan que contribuir más generosamente al conjunto del país. Además, estos partidos creen generalmente que las personas más pobres del país tendrían que pagar menos impuestos que no la gente rica.
Del mismo modo, unos partidos piensan que las empresas que tienen unos beneficios muy elevados tendrían que pagar más impuestos que no las pequeñas empresas. Pero también hay otros posicionamientos políticos que piensan que el Estado no tiene que decidir tanto sobre estos temas y que por lo tanto no es necesaria una redistribución de la riqueza de forma tan importante.
Es en todo esto que tú puedes influir cuando haces el gesto de votar. Porque el hecho de que los ciudadanos paguemos nuestros impuestos significa que después podemos utilizar un buen sistema educativo al que poder acceder todos independientemente de si ganamos más o menos dinero. De la misma forma, con los impuestos podemos contribuir a tener un sistema sanitario que nos atienda cuando tenemos alguna enfermedad independientemente, nuevamente, de si tenemos o no dinero. Todo esto que usamos a lo largo de la vida, a pesar de que tenga la apariencia de ser gratuito, se puede mantener gracias a los impuestos de las personas.
Por eso y por otras muchas cosas, es importante que mostremos interés por la política. De este modo no dejarás que los otros decidan por ti, sino que serás tú quién opine sobre lo que crees que nos conviene más a los ciudadanos.